Y es que la culpa es nuestra. Suena duro, suena triste, pero es así; la culpa no es de nadie más que nuestra.
2016
es un año que pasará a la historia. No como un año bisiesto, ni como el
año de los Juegos Olímpicos de Río en los que Michael Phepls se coronó
como el mejor de la historia, ni como el centenario del hundimiento del
Titanic, ni como el año de después de Regreso al Futuro. No. El 2016
será recordado por las brillantes decisiones tomadas por los
humanos. (He marcado con cursiva -un tipo de letra- la palabra
"brillante" para que se note la ironía, no vaya a ser que con el declive
de la educación en nuestro país los pocos que leerán este post no
logren comprenderlo.)
El Brexit, esa decisión tomada por
británicos que no tenían idea alguna de las consecuencias que eso
traería. Las segundas elecciones en España, donde el Partido Popular
sacó aún más escaños que en las anteriores. Estoy convencido de que
tienen una apuesta interna en el partido, donde la gente propone
calamidades y ven hasta dónde les aguanta la gente. "Quitémosles
sanidad, educación y aumentemos la deuda. Seguro que con eso explotan.
¿Todavía no? Pues sigamos robando dinero público. ¿Aún nos siguen
votando? Yo que sé... subamos el sueldo al presidente, organicemos la
LOMCE, Bárcenas, ley del aborto... ¡lo tengo! Pongamos como líder a
alguien que sólo diga sandeces." Tienen que estar flipando, en
serio. Bueno, cuatro años más. Por lo menos ahora sin mayoría absoluta.
Ya nos encargaremos de dársela en las próximas.
Y ahora, el señor
Donald Trump presidente. Ese magnate multimillonario, racista, xenófobo,
machista que ocupará su sitio en la Casa Blanca (yo creo que también
juega al juego del PP). Nos queda el consuelo de que ningún presidente
cumple luego su programa, porque de lo contrario... agarrémonos que
vienen curvas. Ah, por cierto, duda que se me viene a la cabeza: ¿por
qué este señor, sin experiencia alguna en la política, ocupa el mayor
cargo del país más poderoso del planeta, mientras que aquí para ser
contratado necesitas tener menos de 40 años, haber estudiado tres
carreras y dos másters, y tener experiencia?
Seré yo, que con la
educación recibida no me llega para comprenderlo. Nos quejamos de la
LOMCE, pero... ¿acaso alguien se ha parado a pensar que el sistema que
tenemos ahora tampoco funciona? Hablo desde mi experiencia personal. He
terminado mis estudios obligatorios y Bachillerato, y siempre siguiendo
el mismo esquema. Ibas a clase para ver cómo un inepto te leía lo que
había escrito en un Power Point, te enfrentabas a exámenes en los que se
premiaba más la memoria que la inteligencia, y tomabas apuntes de lo
que un señor te fuera dictando. Claro, mucho mejor ese sistema que el de
la LOMCE. Y luego nos sorprendemos de que pasen esos acontecimientos de
los que me quejo en este post. En fin.
Nelson Mandela dijo una vez: "la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo". Y
es precisamente lo que quieren que no consigamos. La gente tiene miedo a
lo desconocido, por eso mientras tenga para comer y un sitio donde
vivir, les da igual que se sigan riendo de nosotros. Qué razón tenía
Karl Marx, cuando predicaba que hasta que el individuo no se viera sin
nada que llevarse a la boca no sería capaz de pegar dos tiros. Hasta
entonces, sigamos permitiendo que los de siempre se lucren a nuestra
costa, sigamos memorizando fechas inútiles, sigamos tweeteando que no
entendemos cómo es posible que en Estados Unidos sean tan estúpidos.
Porque eso sí, por las redes sociales damos a entender que somos
nosotros los inteligentes. Y no lo somos. Y la culpa es nuestra. Sólo
nuestra.
JP
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