Cuántas veces me habré preguntado qué se esconde tras la gente que
siempre está de mal humor. Que no comparten ni una mísera sonrisa. Esa
gente no puede estar sana. Cuántas veces me habré preguntado por qué hay
personas que necesitan meterse con la gente para sentirse superior a
los demás. Cuántas veces me habré preguntado por qué hay personas que
son capaces de alegrar un día gris, sin necesidad de hacer nada
especial.
Me he preguntado tantas cosas... y he necesitado que un
mago argentino (ya difunto) me contestara con la fina tranquilidad con
la que realizaba cada uno de sus trucos: Un hombre dormido, soñaba
que paseaba por la Alhambra de Granada. Tenía agarrada en su mano una
rosa. Cuando despertó, allí en su mano, se encontraba la flor. Por qué
querer saber por qué la rosa.Por qué, por qué, por qué, ¡por qué!. Está
la rosa y punto, disfrútala.
Ahora, cada vez que tengo la
sensación de que una canción me conoce mejor que cualquier persona de
este mundo, no me pregunto "por qué", simplemente pienso: ¡qué me
importa! Y eso deberíais empezar a hacer todos. Cuando la tostada caiga
del lado de la mantequilla, no penséis que es porque ese lado pesa más y
hace que gire en el aire; pensad que existe una ley en el universo,
creada por un tal Murphy, que ha sido la causante de ese trágico
accidente. Cuando os hagan un truco de magia, no intentéis pillar el
truco; simplemente disfrutad de la incertidumbre del momento.
Y
cuando una persona os transmita cosas que ninguna antes, no tengáis
miedo. La gente tiene magia, de la que no se revela como los trucos. Esa
magia que consigue que la gente cambie de humor, y que borra la
necesidad de algunos de tener que sentirse superiores. Simplemente,
disfrutad de la actuación, y no os preguntéis por qué.
Las cosas pasan, y punto.
JP
No hay comentarios:
Publicar un comentario